martes, 25 de octubre de 2011

Cheers (drink to that)

 Con cada vaso de alcohol acabas con cientos de células, pero eso no importa mucho, tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente, feliz. Luego, mueren las del silencio y todo lo dices en voz alta aunque no haya ninguna razón, aunque no tengan sentido, no importa, porque después mueren las de la gilipollez y hablas con inteligencia. Y, por último, las células de los recuerdos, esas... esas son las difíciles de matar..

Las mujeres necesitamos la belleza para que los hombres nos amen,

 y la estupidez para que nosotras amemos a los hombres. 
 

Ni contigo, ni sin ti.

 
 Por que el que más daño te hace, es al que más quieres, por que cuanto menos caso te hace, más te interesa, por que no lo quieres contigo, pero cuando le ves con otra te mata, que cuando más le odies, es cuando más demuestras que te importa, que cuanto más le quieras, más sufres. El corazón, un misterio que nadie ha llegado a entender nunca.

Ocho letras, dos palabras, un significado, miles de sentimientos.

Te quiero. Primera persona del singular, presente de indicativo del verbo querer. Ocho letras, dos palabras. Miles de sentimientos. Puedes gritarlo, susurrarlo o simplemente pensarlo. Puedes demostrarlo día a día, o puedes tenértelo callado durante toda tu vida. Puede ser el amor de tu vida, puede ser un simple amor de verano. Estas palabras pueden hacerte la persona más feliz del mundo. También puede joderte la vida.

Cosas que duran un instante, pero de las que curiosamente podríamos hablar toda la vida...

 ¿Cuánto dura un beso?, ¿8 segundos?, ¿10?, ¿20 tal vez?
Y sin embargo...¿cuánto tiempo hablarías de ese beso?

Me estoy dando cuenta de lo corta que es la vida y lo absurdo que es no tener el valor suficiente para ser feliz.

Que yo también me he olvidado de personas inolvidables.

Vale si lo admito. Soy de esas que lloran en las películas, de esas que están horas esperando a que esa persona se conecte. De las que se olvidan de fechas importantes. De las que lloran por canciones. Yo también he gritado de felicidad, y echo el tonto con mis amigas. Yo también he intentado ayudar a mis amigas y echo lo imposible para que estas sonrían. Yo también he dicho “ no le quiero “ cuando se que le quiero mas que a nada. A mi también me han hecho reír cuando no podía. A mi también me han enamorado con una sonrisa. Yo tampoco paro de mirar el móvil por si me llega algún mensaje o llamada. Soy de esas que he confiado en quien no debía, de esas a las que les han decepcionado. Yo también me he enamorado de quien no debía. Yo también he llorado viendo fotos. 

Sí, de esas que nadie recomienda.

 Sí, soy de esas que se mueren por darte un beso pero jamás lo admitiría, de las que nunca muestran debilidad delante tuya. De esas que parece que pasan; pero en realidad se preocupan, de las que se quedarian mirandote toda la noche pero apartan la mirada con indiferencia. De esas que te quiere; pero no lo demuestra.

Todo lo que parece fácil, acaba siendo difícil.

Es difícil crear y fácil destruir. Es fácil bajar pero más difícil volver a subir. Es muy fácil negar y difícil reconocer. Es muy fácil caer y difícil es volver a ponerse en pie. Muy fácil es seguir el camino del mal pero difícil darse cuenta y rectificar. Es más fácil vivir ficción que realidad y es difícil enfrentarse a la verdad. Es muy fácil pasar por una situación y difícil aprender de ella. Es muy fácil proponerse una meta y difícil que las cosas no se tuerzan.

Puedes cerrar los ojos a las cosas que no quieres ver,

pero no puedes cerrar el corazón a las cosas que no quieres sentir. 
 

Poder cerrar los ojos, y sentirte libre.


Sujetar la felicidad de una noche con las manos, sentir que es tu momento, y que nada ni nadie lo va a vivir por tí, disfrutar de su sonrisa, y de la de aquel y de la de otros cientos mas, bailar hasta gastar las tapas de esos tacones que hace escasas horas te compraste, y sentir la felicidad rozando la punta de tus dedos, dar una calada de un cigarro cerrar los ojos y sentirte libre.

lunes, 24 de octubre de 2011

El corazón tiene pies que no ves.

 Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deban cambiarse. Es preciso partir para volver a encontrar el camino. Y dice que no, que me equivoco, que somos felices juntos. Me coge por un brazo, me lo aprieta con fuerza. Porque cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, con la mente, con todo tu cuerpo. Esperas poder atrapar así tambien su corazón. Pero no, no es así. El corazón tiene pies que no ves. 
 

Si tú, yo.

Si tú saltas, yo salto; si tú quemas, yo ardo; si a ti te pegan un tiro, yo sangro.
 

El mayor error del ser humano,

es intentar sacarse de la cabeza, lo que no sale del corazón.